sábado, 13 de noviembre de 2010

tratado de versalles

Tratado de Versalles (1919), acuerdo de paz firmado, tras la conclusión de la I Guerra Mundial, entre Alemania y las potencias aliadas vencedoras el 28 de junio de 1919 en la galería de los Espejos del palacio de Versalles, próximo a París. Fue negociado durante la conferencia de paz celebrada en Versalles, que comenzó el 18 de enero de 1919.

En ella participaron Estados Unidos (representada por su presidente, Thomas Woodrow Wilson), Gran Bretaña (con su primer ministro, David Lloyd George, al frente de la delegación), Francia (representada por su primer ministro, Georges Clemenceau) e Italia (con su jefe de gobierno, Vittorio Emanuele Orlando, a la cabeza de la delegación, si bien su ministro de Asuntos Exteriores, Giorgio Sonnino, se ocupó de representar a su país en momentos clave). Alemania, que había adoptado un régimen republicano (la llamada República de Weimar) tras la disolución del II Imperio Alemán al final de la guerra, quedó excluida de las conversaciones.

La primera sección del Tratado recogía el Pacto de la Sociedad de Naciones, cuyo objetivo era garantizar el cumplimiento de los términos de varios convenios acordados después de la I Guerra Mundial con el fin de lograr una paz duradera. Estados Unidos no lo ratificó, pero firmó con Alemania por separado el 2 de julio de 1921 el Tratado de Berlín.

Según lo estipulado en el Tratado de Versalles, que seguía en lo básico los Catorce puntos, o directrices pautadas en enero de 1918 por el presidente estadounidense Wilson, Alemania tuvo que suprimir el servicio militar obligatorio, reducir su Ejército a 100.000 hombres, desmilitarizar todos los territorios situados en la margen oriental del río Rin y los de la margen occidental en una franja de 50 km de ancho, dejar de importar, exportar y prácticamente producir material de guerra, limitar sus fuerzas navales a 36 buques de superficie (no se le permitió mantener submarinos) y el personal naval a 15.000 hombres, quedándole prohibida la aviación militar. Alemania también aceptó que el ex emperador Guillermo II fuera juzgado por un tribunal internacional bajo la acusación de haber cometido 'un delito supremo contra la moralidad internacional', pero el juicio nunca llegó a celebrarse.

Los alemanes debían hacer frente a una cuantiosa indemnización en concepto de reparaciones de guerra para resarcir a las potencias aliadas por los daños causados durante el conflicto. Además de las reparaciones en metálico, se entregaron naves, trenes, ganado y valiosos recursos naturales. Surgieron dificultades a la hora de efectuar la recaudación de los pagos, en tanto que la modalidad y cuantía de los mismos no quedó ajustada definitivamente hasta la Conferencia de Lausana de 1932.

http://www.youtube.com/watch?v=rIxZjV0-hRs

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